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La Playa Estelar y el Secreto Durmiente

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En la soleada Playa Estelar, donde la arena dorada brillaba como un tesoro y el agua turquesa susurraba secretos a la orilla, vivía la Princesa Luma. Su pelo, como un remolino de colores, cambiaba con sus sentimientos. Si estaba contenta, era rosa brillante, como el algodón de azúcar; si estaba sorprendida, se volvía azul cielo. Un día, mientras caminaba por la playa, sintió una suave vibración. ¡Era como si el mar le estuviera contando un secreto! Miró hacia abajo y vio algo que brillaba intensamente: un fragmento de estrella fugaz, ¡pero no cualquier estrella, sino una caída del cielo! Luma, con su corazón de oro, supo que algo andaba mal. Ella era amiga de todos los animales, incluso de las mariposas, y podía entender el idioma de todas las criaturas voladoras. Un día, hablando con una mariposa, se enteró de que las cosas no iban bien en el mundo de los sueños, en el reino de la Reina Snoozle. La Reina Snoozle, con su capa de manta y su corona de nubes, tenía el poder de hacer que todos durmieran plácidamente. Pero ahora, las pesadillas estaban invadiendo los sueños y Napland, el lugar donde vivía la Reina, estaba perdiendo su brillo.

Luma sabía que tenía que ayudar. Recordó que su mejor amiga, Kiki, la Unicornio de Caramelo, era muy buena para resolver problemas. Kiki tenía una melena que sabía a algodón de azúcar de todos los sabores, y sus patitas dejaban un rastro de chispas. ¡Era la mejor amiga que se podía tener!

—Kiki, necesito tu ayuda —dijo Luma, con el fragmento de estrella en la mano. Su pelo se volvió de un color rosa intenso—. La Reina Snoozle necesita ayuda, y creo que este fragmento de estrella tiene algo que ver.

La Playa Estelar y el Secreto Durmiente - Part 2

Kiki, siempre lista para una aventura, asintió con entusiasmo. —¡Por supuesto, Luma! ¡Vamos a Napland! —dijo Kiki, y de inmediato, un arcoíris se desplegó frente a ellas, ¡como un puente de caramelos! Kiki y Luma viajaron sobre el arcoíris, dejando un rastro de chispas de felicidad. La mariposa, que había estado con Luma en la playa, voló frente a ellas, guiándolas hacia la entrada secreta de Napland. Allí, en medio de nubes de ensueño, se encontraba el palacio de la Reina Snoozle. La Reina, con su voz suave y tranquila, las recibió con una sonrisa cansada.

—Queridas amigas, gracias por venir —dijo la Reina—. Mis poderes están disminuyendo, y Napland se está oscureciendo. Las pesadillas se han apoderado de los sueños. Creo que esto está conectado con el fragmento de estrella que tienes, Luma.

La Princesa Luma asintió. —¡Debemos encontrar una solución! —exclamó.

En el centro de la sala, sobre una mesa de nubes, había un rompecabezas estelar, con constelaciones brillantes y líneas que conectaban las estrellas. Era un rompecabezas de esos que le gustaban mucho a Sebastián. Luma, con la ayuda de Kiki, y la mariposa, que revoloteaba cerca de las constelaciones, se pusieron a resolverlo. Cada estrella representaba un sueño y cada línea, una conexión entre ellos. Había que encontrar la combinación perfecta, el código que devolvería la luz a Napland. Kiki, con su cuerno mágico, transformó un trozo de nube en un delicioso caramelo con forma de estrella, que Luma colocó en el rompecabezas. ¡Click! Una estrella se encendió.

La Playa Estelar y el Secreto Durmiente - Part 3

—¡Creo que lo tengo! —dijo Luma, señalando una constelación que parecía un abrazo. Kiki y Luma, juntas, movieron las estrellas hasta que el rompecabezas brilló por completo. ¡La solución! El rompecabezas se abrió, revelando un cofre lleno de polvo de sueños.

La Reina Snoozle sonrió. —Ese polvo de sueños es la clave. Es lo que necesito para recuperar mis poderes.

Luma, con cuidado, esparció el polvo de sueños sobre la Reina. Inmediatamente, la sala se llenó de una luz suave y dorada. El pelo de Luma brilló de felicidad, ¡de color rosa chicle! La Reina Snoozle, sintiéndose renovada, cerró los ojos y, con un suspiro, se sumergió en sus sueños. La mariposa, que había estado cerca de la Reina todo el tiempo, salió volando de la habitación, para avisar a todos los soñadores que todo estaba bien.

Napland volvió a brillar como antes, y los sueños de todos se volvieron dulces y felices. La Princesa Luma y Kiki, la Unicornio de Caramelo, celebraron con un festín de algodón de azúcar y chispas. ¡La mejor fiesta del mundo!

Cuando llegó la hora de volver a la Playa Estelar, la Reina Snoozle les dio un abrazo. —Gracias, queridas amigas. Han demostrado que la amistad, el trabajo en equipo y la bondad son la mejor medicina para cualquier problema. La Princesa Luma, con su corazón de oro, y Kiki, con su dulzura, sabían que era cierto. Al volver a la Playa Estelar, el fragmento de estrella se fusionó con la arena, haciendo que la playa fuera aún más brillante y mágica. Mia, que amaba los animales, seguro que estaría muy contenta con lo ocurrido. Sebastián, que adoraba los misterios, se sorprendería con el rompecabezas de las estrellas, un día irían a la playa y buscarían más secretos que la arena escondía. Y así, en la Playa Estelar, todo era perfecto, gracias a la amistad, el valor, la bondad, ¡y un poco de magia!

Reading Comprehension Questions

Answer: Rosa brillante

Answer: Sus poderes estaban disminuyendo y las pesadillas invadían los sueños.

Answer: Trabajando juntas para resolver el rompecabezas, ayudando a la Reina Snoozle y restaurando la armonía en Napland.
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